Sasha Grey, quien diría que el bicho raro de su clase sería una de las figuras más importantes de la década en la cual se dedicó al cien por cien en su profesión e imagen. Tras tocar un poco los estudios de interpretación y algo de cine, se mudó a la ciudad del pecado, Los Ángeles, con la idea fija de ser una pornstar. En su primer rodaje, le tocó nada más y nada menos que Rocco Siffredi y como directo a John Stagliano, donde le pidió que le golpease el estómago. Poco después se convirtió en una actriz revolucionaria, grabando con cantidad de productoras diferentes y saliendo en una gran diversidad de revistas.
