Dylan era una chica muy tranquila en relación al mundo del porno, lo desconocía completamente ya que su vida era dedicada a la natación profesional y a estudiar medicina. A partir de ahí decidió hacerse actriz porno ya que en una sala de espera se puso a leer una revista Penthouse. Eso sí, como cualquier actriz porno tenía ciertos destalles que destapar, acostumbraba a mirar revistas de contenido adulto ya que consideraba que su cuerpo era mejor al de muchas que habían en la revista, así que decidió empezar con RealityKings.